domingo, 16 de noviembre de 2014

ESTAMOS DE FIESTA

Este año nuestro movimiento Laicos Misioneros Combonianos - Perú se encuentra en el año de su  XVIII aniversario  ya que fue en noviembre de 1996 cuando se procedía a dar inicio con una convocatoria general.

Realmente, es un acontecimiento que nos llena de orgullo y a su vez redobla nuestro compromiso, ya que alcanzar la edad de la madures nos compromete a vivir esta opción de vida con mayor responsabilidad.

Estos años transcurridos están llenos de dificultades pero también aciertos, tristezas y alegrías y sobre todo amor por la misión. 
Recordamos con mucho cariño a todos los LMC-Perú que iniciaron esta locura ya que muchos de ellos ya no están entre nosotros por diferentes circunstancias, a los asesores MCCJ que pasaron por nuestra comunidad les damos gracias por su paciencia, perseverancia y disponibilidad.
A nuestros amigos y colaboradores agradecerles por sus oraciones y confianza  depositada. Nosotros seguiremos tras los pasos de San Daniel Comboni de la mano con Jesús.
Gracias.



LMC Fisher A. 

lunes, 29 de septiembre de 2014

RETIRO ANUAL 2014

Los días 26, 27 y 28 del presente mes de septiembre  los Laicos Misioneros Combonianos del Perú  tuvimos la oportunidad de convivir un retiro espiritual en la casa Foyer de Charité
Reunidos por una causa común
en Ñaña un  distrito de Lima, estuvieron presentes LMC de Trujillo, Arequipa, Huánuco y los de Lima, la ocasión fue propicia para reflexionar puntos importantes de nuestra vida como Laicos Misioneros Comboniano, compartir nuestras experiencias de vida en la misión especialmente con nuestros hermanos  ad-gentes nacionales y extranjeros.

Momentos de reflexión y compartir.
Las dificultades van y vienen en nuestra  vida, es cotidiano los problemas económicos, familiares,  laborales, etc. Sin embargo nuestra fortaleza está en la oración y la fe que compartimos en medios de estas tempestades.

Ser un Laicos Misionero en estos tiempos requiere mucha entrega y pasión por esta opción de vida ya que San Daniel Comboni requiere de misioneros "santos y capaces…..


Compartimos alegrías y tristezas.
Este retiro nos reconforta y nos impulsa a dar pasos significativos en nuestras vidas como LMC y a crecer como una familia  misionera.


Momentos de compaternidad.



martes, 4 de febrero de 2014

Domingo con el Señor

Hoy es domingo y hemos realizado nuestra primera celebración, digo nuestra porque la hicimos entre las dos. A pesar de todo, es el Señor que se vale de nuestras limitaciones para llegar a su pueblo. Esperábamos al sacerdote, creímos que le tocaba celebrar. Fue bueno ver la concurrencia del pequeño grupo que siempre acompaña cada domingo, y mejor allí la alentadora presencia de los niños, quienes con su sonrisa y abrazos le dan sentido a cualquier sacrificio que se haga.
Digo sacrificio porque los mosquitos están haciendo de las suyas en nuestros brazos y piernas a pesar del repelente.
Viendo la realidad cultural del pueblo de Sonomoro tratamos de atender a los dos con la celebración de la palabra. Actualmente ambos están bastante cerca pero hay una brecha cultural que les impide unirse. San Antonio de Sonomoro es la comunidad nativa o descendientes que mantienen las costumbres y lengua de sus antepasados. Naylamp de Sonomoro es en cambio un pueblo de colonos, gente que vienen de la sierra del Perú, distintos pueblos y con sus costumbres bien diferenciadas. Esta situación ha creado prejuicios entre ellos y prefieren realizar su vida por separado. Sin embargo también crea un problema para el trabajo de los sacerdotes ya que se duplica el trabajo, cada uno desea ser atendido por separado. Como consecuencia este último pueblo se halla en mayor carencia de asistencia ya que no se cuenta con catequistas suficientes que los atiendan en la preparación de sacramentos y celebración.
Íbamos dispuestas a cumplir con la segunda celebración en Naylamp, a pesar que el salón prestado estaba totalmente vacío nos sentamos a esperar que llegaran aunque personalmente con poca esperanza. Fue un regalo de Dios la presencia del padre José quien venía a celebrar la Eucaristías. Se avisó a las personas que se encontró en el camino. Me acerqué personalmente a todo el que pude, algunos miraban futbol, otros los encontré en sus quehaceres. Fue bueno ver cómo respondieron y se hicieron presentes, no fueron muchos pero me decía, valió la pena. Es poco lo que ponemos, el Señor pone lo demás y se hace presente como señal que nos ación en sí. Sin embargo, fue un motivo para que se acercara a la Palabra de Dios. Algunos creen que la construcción de su capilla es lo esencial y eso los anima aunque tienen poca conciencia de lo que significa participar, en realidad se preocupan de tener una capilla para poder realizar las misas de aniversario y otras fechas importantes. Me doy cuenta la gran falta de catequistas que tiene la parroquia: “La míes es mucha y son pocos los obreros”.

Al finalizar la celebración el sacerdote quiso regalar un cancionero nuevo a quien le respondiera una pregunta simple de nuestra fe, como decir el nombre de tres sacramentos. Solo dijeron uno. Preguntó entonces por los libros de la biblia, también llegaron a dos. Por último, preguntó por el nombre del Papa y se miraron  entre ellos, nadie lo sabía. El cancionero se quedó sin ganador y me lo confió. Espero prepararlos para el próximo domingo y que alguien se lo pueda llevar.
Tocar la realidad me ha cuestionado, cuánta necesidad y lo que falta por atender. La misión en es tos lugares es urgente. Qué importante es que los laicos renovemos nuestro compromiso y lo asumamos con urgencia para llevar la Palabra de Dios. Espero que esta experiencia me anime a trabajar con más ahínco y promover entre la gente de mi parroquia y amigos un espacio de su tiempo para asumirlo o para apoyar a quienes tienen el deseo de colaborar. Igualmente reconozco que la oración es necesaria e importante para que hayan respuestas positivas al respecto en nuestra labor, gracias Jesús.

martes, 28 de enero de 2014

El río y sus turbulencias

Hoy decidimos conocer el río que ruge cada vez que llueve. Después de arreglar los cancioneros, quedaron como para resistir un año más, salimos rumbo al río de Sonomoro. Era algo tarde pero no queríamos dejar pasar un momento más. Ya no llovía, pero sí nos encontramos con grandes charcos de agua que nos impedía continuar. En el camino conocimos la cancha deportiva y el centro de educación inicial. También pudimos ver los ambientes preparados para las dos grandes fiestas del pueblo: Casas de carrizo y techo de palmeras, todo muy peculiar, transmitiendo sus conocimientos ancestrales.
Ya casi al finalizar la tarde nos hemos encontrado un río ancho con sus playas de arena. Estaba cargado y algo turbio. Un motociclista y su familia aseaban su herramienta de trabajo. Vimos cómo las motos que es el medio de transporte usual cruzaban por el puente colgante. Decidimos cruzarlo y avanzar hasta la carretera a Pangoa para encontrar una señal para nuestro celular pero fue en vano. Bueno el hecho es que hicimos un poco de aventura, era algo tarde en medio de un paraje lleno de vegetación y  sonido del río, cada vez más oscuro. No pudimos continuar por los grandes pozos de agua acumulados por lluvia.
Al regresar decidimos buscar a los padres de nuestros niños para preguntar si deseaban bautizar a sus niños y nos topamos con distintas situaciones. Primero nos encontramos con una hermana evangélica que esperaba a los niños y jóvenes y vi con algo de tristeza, ingresar a una de las jóvenes que era candidata al bautismo. Ella ya me había dicho que no sabía de qué religión era ni su familia. Ya hemos oído a algunas personas decirnos que cualquier confesión religiosa es igual, ya que se adora al mismo Dios. Me llama la atención que la diferencia sustancial que encuentran entre la católica y las demás, es que los pastores les exigen no pecar y observar sus reglas en cambio la católica no, es como diversión. Incluso un papá interesado en bautizar a su niño argumentaba su deseo diciendo que el quería que su hijo no estuviera en una iglesia que le impusiera muchas obligaciones y que en nuestra iglesia podría divertirse. Estas ideas me dejan una inquietud: necesitamos evangelizar a nuestros hermanos y mostrarles el camino del amor que no te obliga sino te invita a caminar con el Señor.´
Finalmente hemos visitado a la familia de los niños que diríamos son los más asiduos a la iglesia.  Ellos son perseverantes aunque la tentación de la modernidad los hace dudar de su compromiso. Son la semilla de la comunidad cristiana pero también tienen sus dudas y preguntas sobre Dios. Siento en ellos el deseo de vivir con Jesús pero aún tienen temor de comprometerse más. Espero poder compartir con ellos más asiduamente la Palabra de Dios.
Una gran limitación es la lluvia que aún nos asusta y nos tiene en cuarentena cuando se desata el aguacero.

lunes, 27 de enero de 2014

Nuestra labor en Pangoa

Estamos ya en Pangoa y van dos semanas de labor. Me prometí escribir cada noche mis vivencias pero no ha sido posible, la mayor de las veces estoy tan cansada y debo levantarme temprano al día siguiente. No me molesta, pero me hubiera gustado poder hacerlo más seguido.
Nuestro día transcurre de la siguiente forma: Levantarse a cocinar y preparar el desayuno, si es el turno o de lo contrario tienes tiempo para el aseo personal. Luego de la oración, laudes, desayunamos rápidamente porque los niños ya nos llaman, son bastante puntuales, llegan antes de la hora y nos buscan. Tenemos vacaciones útiles de 8 a 1pm con un pequeño recreo. Al terminar llegamos a casa casi a las 2pm porque siempre hay algo que atender. Almorzamos rápidamente y nos preparamos para ir a la comunidad vecina Naylamp de Sonomoro, allí nos esperan otro grupo entusiasta de niños que también quieren repasar y aprender. Sus sonrisas motivan la tarde y el cansancio.
Los niños son los que mejor nos han acogido y son nuestros grandes seguidores, donde nos ven corren con los brazos abiertos para saludarnos o simplemente pasarnos la voz, como diciendo aquí estamos. Son los primeros en llegar al rosario y a las celebraciones y la fe con que cantan y rezan animaría a cualquiera. Me digo tenemos que ser como los niños.
Los adultos más bien nos saludan pero nos demuestran algo de hermetismo. Sin embargo hay excepciones. Una de las personas que nos acogio más con lo poco que tiene es Sara. Es madre soltera y ha vivido en poco tiempo la violencia del terrorismo y un hogar destruido. Ella con sus dos hijos pequeños nos abrió su corazón y nos sentimos muy cercanas a ella. Es una sobreviviente de la matanza que hubo en su pueblo y cuenta con asombro cómo ninguna bala que pasó por su lado la toco. Desde nuestra fe le decimos que el Señor la ha elegido para algo especial y que su vida es una gracia. Ella se alegra y se anima. El terror ha dejado una huella muy fuerte en su comunidad, ella lo reconoce, hay mucha violencia con los niños y estos son bastantes toscos con sus pares.
En la comunidad de Sonomoro de San Antonio por el contrario se observa el buen trabajo de un pueblo organizado y sus buenos dirigentes o jefes. Roger el jefe de la comunidad es una persona inteligente y preocupada por mejorar su localidad. Las familias están mejor conformadas y se observa en los niños características distintas en el grupo que estudia. Todos quieres aprender y sus padres o dirigentes se los repiten con insistencia.
Algo que me llama la atención es la conciencia ambiental que tienen. En sus calles se aprecian dos tachos: orgánico e inorgánico. En sus casas y escuela tienen también lo mismo, incluso tachos para separar plásticos, metales y papeles. Los niños lo asumen con naturalidad y te dicen dónde hay que eliminar la basura. Así mismo con orgullo el jefe cuenta que son la primera comunidad con un equipo para purificar el agua servida, porque ya cuentan con desague. Entonces ellos pueden disfrutar tranquilamente del agua de su río: el río salado.

domingo, 12 de enero de 2014

Llegamos a nuestro destino - Sonomoro




 
Hoy muy temprano, después de Laudes hemos desayunado rápidamente y cargando nuestros bultos no hemos embarcado a Sonomoro.
Es un  bello lugar, todo verde y de gente acogedora. El tiempo se detiene y me regala el placer de disfrutar de cada minuto que pasa, de cada caída de un mango, percibir el mismo ruido que hace al chocar a tierra. La lluvia suave como para no asustarnos, también nos ha bendecido.
La señora Juanita y su familia nos dan alojamiento, nos han facilitado lo necesario, aunque lo más importante es cada gesto amable y cariño que le han puesto para hacernos sentir como en casa.
Lucila, la encargada de la capilla, me ofreció una cama, cuando me di cuenta ya estaba con todo en el cuarto. Ver a su primo con una gran sonrisa llevando con mi cama tan pesada en la escalera y una gran sonrisa fue una manifestación de Dios. Feliz Fiesta de reyes.

sábado, 11 de enero de 2014

Llegada a Pangoa maletas llenas de esperanzas e ilusiones


Salir de Lima dejando la familia atrás no ha sido fácil. Se han quedado actividades y preocupaciones para decir; aquí estoy Señor, mi tiempo disponible para ti.
Las maletas llenas de ropa y de ilusiones, para encontrar en esta experiencia a Jesús presente en todos los que me encontraré día a día. Un Dios vivo que me interpela y me fortalece. Allá voy, estoy en tus manos Señor.
Rumbo a Sonomoro, gran expectativa para conocer el lugar de misión. Padre Oscar, misionero mexicano y mi compañera de misión Mary. Nos cruzamos con los lugareños, niños, animales, todo un mundo nuevo para mí. Poco a poco las casas de ladrillo quedan atrás y aparecen casas de madera, muy humildes, voy percibiendo la necesidad principalmente de formación. Nos recibió una señora con cushmaqquien se encontraba preparando la chicha típica, hermana de la encargada nos recibió con alegría y nos regaló unas ricas naranja de su chacra. Uno va a ayudar y termina regalado, es buena señal.
Me llamó la atención el pequeño pueblo de la tribu, un parque central muy acogedor, nombres de las calles en carteles de madera pintoresco, tachos para organizar la basura, de cestas y con techo de paja. Un colegio muy bien arreglado, todo muy sencillo pero desmostrando el buen trabajo del jefe de la comunidad, ya lo conoceré.
Me apenó ver a una niña en la parte trasera de una mototaxi, la familia dentro y ella apenas agarrada de la lona, expuesta a una caída sobre todo porque la carretera es trocha y llena de huecos. Me di cuenta que a veces se peca por ignorancia o indolencia. Tendría 6 a 7 años.

Con padre Randy, cosechando mangos, había muchos pero aún verdes. Uno de ellos le dio en la cabeza, era muy pesado. No nos detuvimos, llegamos a encontrar algo de 15 kilos de esta delicia. Pude apreciar la destreza de Mary que se trepó rápidamente a cada árbol que pudo hasta que una avispa le picó en el cuero cabelludo, allí se acabó el trabajo, volvimos con accidente pero contentos. Fue una labor interesante y pude conocer mejor a mis nuevos amigos teólogos, todos muy alegres y optimistas aunque cada uno con su toque especial. Ha sido un gusto compartir este día con personas tan agradables pero principalmente que viven su fe y nos muestran a Jesús con su testimonio.

La misa de la noche fue bastante especial, aunque nosotros quisimos apoyar con el coro nos fue algo accidentado, en fin espero que Dios vea la buena intención. Nos presentaron a la comunidad que participaron de la celebración en medio de aplausos. No hemos hechos nada todavía, así es que esos aplausos ya nos comprometieron a no defraudarlos. Me gustó mucho el gesto del sacerdote celebrante, al finalizar fue a la puerta a saludar a los feligreses, es un gesto muy comunitario.
Mañana salimos a Sonomoro para instalarnos. Luego de la oración y el desayuno. Bueno debo descansar bien, nos espera un largo día. Me dormiré con el sonido de la lluvia.